quinta-feira, 6 de setembro de 2012

Carta ao Meu Filho


Ricardo:
(Ricardo Pereira Pérez de los Cobos, en España
Ricardo Pérez de los Cobos Silva Paulo, em Portugal)

Hoy se opera un gran cambio en tu vida: haces 18 años y eres mayor de edad. ¡Enhorabuena!
Eres un chico sensible e inteligente. Has tenido éxito en tus estudios. Estoy orgulloso de ti. Pero hay que aprender con el pasado para preparar el futuro. Desde Septiembre de 2010 que rechazas venir a Portugal y hace dos meses que no me contestas; así que solo podemos dialogar por este medio.
La foto es de tu último cumpleaños pasado en Portugal (2004). Aquí está una parte de tu familia y tus amigos portugueses – amigos que has dicho en el tribunal de Las Palmas en 2009 que no tenías y que has rechazado. La foto muestra también el aire tranquilo y bien dispuesto que tenías hasta 2005, muy diferente de las fotos que pones en el Facebook.
Después de un embarazo durante el cual tu madre estuvo deprimida y bajo medicación (sinogan) por su depresión endógena, nasciste en Las Palmas. Eres español y portugués. Viviste los dos primeros años de tu vida en Portugal. Mientras tu madre dormía por la medicación, yo te daba el biberón por las noches, pero la mayoría de las veces dormías de las 24 hasta las 7. Tu segundo año de vida lo pasaste con tu padre: tu madre se iba a trabajar a Badajoz entre semana y volvía el fin de semana. Aprendiste a hablar en el colegio “Si-Só”; tu primera palabra fue “papi” y a los dos años reconocías marcas de coches. Siempre hablábamos mucho, yo y tú (mientras tu madre decía que era una pérdida de tiempo hablarte antes de los 3 años). Yo y tu madre quedamos en que ibas a vivir dos años con cada uno, entre Caparica y Badajoz; pero en 1996 insistió para que fueras a vivir con ella a Badajoz, por lo que tuviste que dejar el “Si-Só” para un colegio allí – estuve una semana en Badajoz para hacerte más suave la transición, pero te quedaste tan triste que a los tres días te quité de ese cole; aunque con solo dos años tu madre consiguió que fueras a su colegio. El 1998 tu madre rechazó mi deseo de que vinieras a vivir a Portugal con tu padre, porque, me dijo, “te necesitaba” con ella; el 1999 volvió a rechazar mi pedido y me dijo “nunca te quedarás con Ricardo”.
A partir de 1996, pasé a visitar la familia en Badajoz los fines de semana y puentes. Casi siempre a coste pero solías quedarte despierto hasta que yo llegaba los viernes. Los fines de semana, te encantaba jugar los dos con los coches miniatura, dar paseos “colo arriba” a comprar el pan en el centro o la compra de la semana en el hiper – nunca hiciste películas en las tiendas; incluso sabias escoger las cosas sin que fueran las más caras. Por las tardes, después de hacer la siesta los dos, íbamos a tirar piedras al rio, jugar futbol al parque o pasear de bici – casi siempre solo yo y tú. En Junio, yo me iba a hacer la Feria de San Juan a Badajoz, y más paseos hacíamos los dos o con amigos tuyos (¿te acuerdas del día pasado con tu amiguito David Pérez?), y después te pasabas una semana en Portugal con los abuelos. Hasta 2004, en Septiembre te quedabas en Caparica hasta que empezaba tu cole; como tu madre ya estaba a trabajar, siempre pasaste tus cumpleaños en Portugal; siempre hubo una fiesta esa fecha con tus amigos. Le gustabas a toda la gente, porque eras un niño bueno. También hacías tus “perretas” con padre y madre (¿te acuerdas de la “pelea” con tu madre y de haberes tirado tu playstation contra la pared?); te quedabas sin hablar media hora o algo así; después volvías al normal.
Yo y tu madre nos divorciamos en el 2000. El divorcio tenía que ser en Portugal, porque la residencia de la familia era en Caparica. Yo podría haber forzado tu madre a venir al tribunal portugués y no sería fácil para ella quedarse con la guarda y custodia, porque era ella la que no vivía en la residencia de familia; pero habría un conflicto, y yo confiaba que podría mantener una relación intensa contigo sin tener que sujetarte a pasar por los tribunales por un conflicto entre tu padre y tu madre.
Además, ella aceptó que yo me quedara en su (nueva) casa un fin de semana cada dos semanas; me quedaba en tu habitación (me dejabas tu cama y te estoy agradecido por ello). Yo te llamaba por teléfono a menudo y hablábamos los dos sin problemas. A partir del 2002, te llamaba por teléfono, MSN o Skype y hablábamos todos los días.
Los fines de semana en Badajoz no cambiaron mucho: hacíamos la compra en el hiper, íbamos a comer al Burger King en Conquistadores, o comprar un pollo para comer en casa los dos (los demás días comías muchas veces solo en tu habitación). Y, claro, a pasear de bici, a tirar piedras al rio, a jugar con tus coches-miniatura, o jugar al parque. En 2002, empezaron los fines de semana en Alentejo: Moinho dos Cubos, Hotel de Monforte, Quinta dos Avós, y otros. Moinho dos Cubos es inolvidable: el futbol de mesa, el tenis de mesa, hacer el hogar, coger fruta, los paseos (los toros, las estaciones de trenes, los embalses) y, sobretodo, las piscinas de la casa y del Pego do Inferno. Casi siempre muy ansioso, por haber quedado solo en el ascensor o porque tu madre te había culpado de haber dejado la llave de casa dentro (los bomberos tuvieron que abrir la puerta a menudo); y allí me dijiste una vez, llorando, “mami me necesita más que tu”. Por esas crisis de ansiedad, te llevé en el 2003 a la siquiatra infantil Ana Vasconcelos; tu madre siempre rechazó hablar con ella. Te bastó una vez con ella para tranquilizarte; además, pasaste a visitarla de cada vez que venias a Portugal. Por eso, dejaste de rechazar la idea de hacer las vacaciones de 2004 en Eurodisney, que justificabas por “no poder dejar mami sola”; fuimos, pasamos dos semanas más en Renescure-Francia y te hiciste amigo de dos niños-vecinos, ¡sin que hablaras su lengua! Además, en el 2004, por ejemplo, te llevé a tu primera cita en el dentista, por tus graves problemas en los dientes, que tu madre rechazó tratar hasta que tenías casi 15 años.
Cuando se le diagnosticó el linfoma a tu madre, el Feb-2005, ella pidió ayuda a tu padre y a Manuela, y se la dimos. Le dije que podrías venir a vivir en Portugal y estudiar al Instituto Español mientras ella hacia la quimioterapia; yo te llevaba cada dos semanas a pasar el fin de semana con ella; en la Estación de Oriente, el 11-Feb-2005, me dijo que no porque “tú eras su apoyo en el tratamiento”; por eso, ya en Las Palmas, te hizo quedar solo con ella en casa y a dormir en su habitación incluso durante la quimioterapia.
En May-2005, de sorpresa y violando la sentencia del divorcio, tu madre te llevó a vivir en Las Palmas; por eso la demandé. Hasta entonces tenias una relación cercana con tu padre y tu familia portuguesa y pasabas casi la mitad del año con nosotros. Después de May-2005, pasaste cada vez menos tiempo en Portugal, y en 2010 dejaste de venir. Hay que no olvidar como cambiaste desde Mayo de 2005.
Desde Mar-2005, que tu madre fue clara en cuanto a su intención de apartar hijo y padre. Aún en Badajoz, te hizo quedarte en casa de un compañero (Ginés) mientras ella estuvo ingresada en el hospital, cuando podrías y deberías haberte quedado con tu padre. Ya en Las Palmas, te impidió de estar con tu padre el Dic-2005, y por eso tuvimos que pasar la Noche Buena en Las Palmas – pero le exigiste a tu madre que te dejara venir a Portugal; no puedo olvidar tu llamada, desde la comisaria de policía, el 24-Dic-2005, asegurándome que tu madre iba obtener la autorización de viaje. Te acordarás de cómo tu madre siempre ha puesto pegas para obtener esa autorización de viaje, indispensable para que pudieras viajar de avión a Portugal.
También interfería a menudo en las comunicaciones entre hijo y padre: te criticaba por hablar tanto tiempo con tu padre; te llamaba a cada momento para prohibirte de contar detalles de tu vida (como las medicinas que estabas tomando); te llamaba “traidor”, “gallina” y “loro”; usaba tacos y insultaba a tu padre y tu familia portuguesa, llegando a decir que “tu familia solo está en Las Palmas”; te desprogramó a menudo el MSN, el Skype, el micrófono y la cámara de tu ordenador (volviste a instalarlos); hizo desaparecer fotos y el libro de tu padre; te presionó a no aceptar ayuda de tu padre en tus deberes; intentó impedir tu padre de enterarse de cómo ibas en clases; siempre te puso pegas a que llamaras por teléfono a Portugal, hasta que, el 06-Ago-2008, te prohibió en definitiva de llamar a Portugal (de hecho, no volviste a llamar, ni siquiera para saludar a tu padre ni a tus abuelos por cumpleaños); y otras cosas, que sabes que sabemos. Llegó al punto de decir que tenías “pánico a coger el avión”, y pagó a una psicóloga para que hiciera un informe al tribunal a decirlo, cuando tenías 15 años y habías viajado de avión sin ningún tipo de problema desde que naciste – por eso el tribunal rechazó el informe y tú mismo negaste ese “pánico” en juicio. Todo eso se llama “lavado al cerebro” y “alienación parental”, como bien sabes. Muchos niños y chicos no hubiesen soportado la presión a que has sido sometido; por lo menos, suelen tener peores clasificaciones en los estudios. Eso muestra que tienes resistencia.
El informe de evaluación psico-social del tribunal (2007) decía que no tenías preferencia por padre o por madre. Al enterarse, la reacción de tu madre fue de rechazar ir al tribunal; y cuando le preguntaste que haría si perdía la guarda y custodia, te contestó “Me voy a viajar por el mundo. La vida sigue”. Entonces, una semana antes del juicio, me informaste por teléfono que ya sabias que la jueza te iba a preguntar con quien preferías vivir. Siempre te dije, y mantengo, que no está bien que un niño tenga que elegir entre padre y madre; tú no tenías que hacer ninguna elección, ni en el tribunal ni ante nadie, y siempre te dije que podrías querer a los dos y residir solo con uno. Pero sé bien la presión que hizo tu madre.
Asimismo, siempre disfrutaste de las vacaciones pasadas con tu familia portuguesa. Con nosotros has descubierto tu gusto por la pintura y museos, por el campo y la playa, por escoger regalos o por las fiestas de familia, como las Navidades. Las muchas fotos hechas son un testigo claro. Pero con los años te has tornado cada vez más reservado e incapaz de tomar ninguna decisión sin saber si tu madre la aprobaba; lo normal era que te tornases cada vez más autónomo de padre y madre con los años.
Hiciste un examen psicológico profundo en 2009-2010, que te gustó (a tu madre no) y sabes que la depresión de tu madre te marcó. Con los años has perdido la resistencia al chantaje y presión de tu madre; así has perdido tu sonrisa. Cumpliste sus prohibiciones: dejaste de contar los detalles de tu vida corriente, de pedir ayuda en tus deberes, de llamar a Portugal (mismo cuando te dejé dinero para pagar las llamadas). Hiciste tuyas sus palabras de odio, como cuando dijiste en Ago-2010 (siempre eres más agresivo pocos días después de volver a Las Palmas) que “solo tengo familia en Las Palmas”, “no quiero más volver a Portugal” y “no quiero tu ayuda para mi carrera; mi familia me ayuda”. Cada vez ocultabas más hechos, engañabas y mentías a tu padre, cosas que te repugnaban antes del 2005. A pedido tuyo, pasé a llamarte solo dos días a la semana, y pasaste a hablar con monosílabos o no hablar del todo; y hace dos meses, sin más, dejaste de contestar cuando te llamo. Siempre te di mi apoyo a tu deseo de hacer la carrera de arquitecto en Sevilla, desde que me lo dijiste en Lisboa, en las Navidades de 2009. Añadiste más tarde que querías estar distante de madre y padre, y me pareció que eso es bueno para tu autonomía. Pero solo me entero de lo que pasa por tus posts en Facebook.
Una madre con un trastorno de personalidad, que usa su hijo como “anti-depresivo”, no consigue ver el mal duradero que le hace.
Tienes 18 años. Eres libre de hacer tus elecciones. Pero ahora pasas a ser el único responsable por ellas.
Desde luego, solo a ti cabe decidir aceptar mi invitación para que hablemos los dos sobre tu futuro. De hecho, siempre vas a tener tu habitación en la residencia de tu padre. Y serás siempre bienvenido.
Te quiere
Tu padre